Ajedrez: “el Arte de jugar con Valores”.

Ajedrez: “el Arte de jugar con Valores”.

El Juego milenario es considerado como uno de los más antiguos y mejor ideados en toda la historia de la humanidad. Trasciende las fronteras, no tiene en cuenta la raza,  ni el color, ni la religión, ni la edad, ni el estrato social, es universalmente practicado y visto como juego de ingenio y creatividad.

Los valores que transmite el Ajedrez son siempre positivos: el respeto al rival o aceptar el resultado de la partida con deportividad.

Otro valor que aporta el juego es el sentido de responsabilidad. Las acciones que realicemos sobre el tablero tendrán sus consecuencias, lo que nos obliga a ser responsables de nuestros actos (Pensar antes de actuar).

La práctica del Ajedrez desarrolla el intelecto en general, el autocontrol, la habilidad analítica y una habilidad superior para concentrarse, a su vez contribuye en el fortalecimiento de la autoestima.

No es cualquier juego, es la diversión del intelecto, decía Raúl Capablanca, campeón mundial (Cubano). Contribuye al mejoramiento del individuo; mediante el desarrollo y descubrimiento de inteligencias múltiples.

Es un valioso instrumento pedagógico, que produce recreación en las personas, y esto es positivo para la salud mental y emocional del individuo. El estudio de las estrategias, tácticas, y teorías que encierran este maravilloso deporte lo caracterizan y le dan el carácter de  Juego  - Ciencia.

Su práctica anima a los niños, jóvenes, adultos y ancianos,  a superarse cotidianamente, porque es un  juego que no tiene techo, se aprende constantemente.

También es un Deporte mental donde dos mentes están compitiendo sanamente, sobre un universo (tablero), donde el que mejor organice, administre sus recursos (piezas), y haga mejor sus jugadas puede llegar a un mejor resultado.

El ajedrez es considerado un Arte porque estimula la creatividad. Constituye un excelente entrenamiento de la capacidad de reacción frente a situaciones de todo género. “Cada jugada plantea una situación diferente que, a su vez, abre nuevas posibilidades”. Al ser un juego reglado, establece límites. Pero también da ciertas libertades y cada movimiento puede generar situaciones totalmente impredecibles.

En este juego no interviene el azar, la partida no se gana de suerte, gana aquel que planteó mejores estrategias, tiene más conocimientos, se equivocó menos, y coordinó mejor sus recursos.

Estamos en la era de la información, en un mundo globalizado, donde se producen cambios vertiginosos, donde las decisiones son vitales, y es allí donde el Ajedrez entra en escena, como herramienta para decidir mejor.

Enseñar Ajedrez es una misión que uno tiene en este mundo y para hacerlo bien se deben tener presentes tres elementos: primero pasión, por este deporte milenario, amor por querer transmitir algo positivo a nuestros semejantes y por último convicción de que es una herramienta importantísima que les ayudará a afrontar mejor los “vendavales” que suceden en la vida.   

El Papa Francisco dice que hay que recuperar la capacidad lúdica, la capacidad creativa del juego redescubrir el juego como camino educativo, como expresión educativa, que nos hace crecer. Papa Francisco discurso clausura IV Congreso Mundial Scholas Ocurrentes 5 Febrero de 2015. Basándonos en esto podemos decir que el Ajedrez se aprende jugando, que el deporte milenario es por excelencia considerado “El Juego de Juegos”.

Puedo concluir diciendo que el “Ajedrez” para mi es una filosofía de vida, que permite al ser humano tener en sus manos una herramienta muy potente para la toma de decisiones cotidianas, que le permitirá así elegir la “mejor jugada” de acuerdo al contexto que se presenta, y esto nos hará hombres libres y autónomos.

Lic. Victor Hugo Rojas

                                                                                    Instructor de Ajedrez